
Admito que hace como un año, la idea del sexo anal me horrorizaba, pero soy una curiosa nata y me gusta comprobar las cosas... así que antes de ponerle la cruz de por vida a esta practica, me propuse probarla ¡y cual fue mi sorpresa ante lo que sentí! Al principio, sólo era un tanteo por la zona, luego fui indagando más hasta que me decidí por hacerme el regalo. Creo que nunca he invertido mejor el dinero.
No hay nada mejor que conocerse una misma y, particularmente, a mí me encanta conocerme de estas formas.
3 comentarios:
Regalarse placer es lo qué nos hace descubrir nuestros gustos. Ahora y sin qué se tome esto cómo una proposición, está el descubriir cómo ese misterio del gozo lo dona otra persoa.
Saludos.
¿Y hay que ser virgen para eso?
Un saludo...
Por supuesto que no hay que ser virgen para esto, descalza. En ningún momento he dicho que haya que serlo para practicar la masturbación o el sexo anal. En ningún momento. Solo contaba algo personal.
Un saludo.
Publicar un comentario